En el mes de diciembre los compañeros y las compañeras de Pasaporte Marina Alta nos proponen descubrir la historia de los Molinos de viento de nuestras tierras, se trata de su propuesta: Ruta de los Molins.

Descubrir la comarca a través de los Molinos de viento como estructura tradicional y su localización estratégica.

Mediante esta aventura descubriremos los Molinos y los pueblos donde se ubican. El itinerario de esta ruta-experiencia pasa por Pedreguer, Gata de Gorgos, Jesús Pobre, Jávea, Calp, Llíber y Benissa.

Pasaporte Marina Alta

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Por eso, el equipo de la MACMA nos hemos puesto la mochila a las espaldas y hemos ido a explorarla, resiguiendo las indicaciones de Pasaporte Marina Alta. Y este ha sido el resultado; etapa a etapa y pueblo a pueblo, te iremos desvelando la historia y curiosidades de los lugares que hemos visitado en esta excursión, de la que nosotros hemos disfrutado mucho y ahora esperamos que la disfrutéis vosotros también. 

UN POCO DE HISTORIA. Sabemos de donde venimos para decidir donde vamos

Desde la MACMA, la experiencia que hemos planteado para el mes de diciembre, tiene que ver con las estructuras tradicionales valencianas de los Molinos de Viento.

Los investigadores e investigadoras que se han ocupado de estudiar el origen de estas estructuras tradicionales explican que los principios teóricos de estos edificios eran ya conocidos durante la antigüedad.

La primera referencia documental conocida se encuentra en una fuente árabe del siglo X d.n.e. y la estructura era de origen persa, que no tiene nada que ver con los Molinos de Viento de torre mediterráneos, puesto que la estructura era diferente. 

De hecho, hasta hace relativamente pocos años, estas estructuras de la tecnología tradicional no habían despertado demasiado interés entre los investigadores e investigadoras. Por este motivo, la imagen de los Molinos de Viento no se asocia demasiado con la imagen tópica de nuestro territorio.

Tanto es así que se desconocían cuántas estructuras tradicionales teníamos en nuestras tierras, hasta que en 1990 se realizó un inventario del Molinos de Viento de la Marina Alta gracias al apoyo económico del servicio de Etnología de la Consellería de Cultura de la Generalitat Valenciana.

Más tarde, en 1993 este trabajo fue ampliado al resto de la comunidad y se realizaron varios estudios de ámbito comarcal aportando nuevas investigaciones y a raíz de estas nuevas informaciones y conocimientos;

En la Marina Alta tenemos una importante concentración de estas estructuras identificando 28 Molins de Viento en diferentes pueblos:

• Jávea, 12
• Dénia, 5
• Benissa, 3
• Gata de Gorgos, 3
• Pedreguer, 2
• Teulada, 1
• Calpe, 1
• Llíber, 1.

De estos molinos, no todos se pueden visitar, en esta experiencia descubriremos algunos de ellos. Todos estos Molinos de Viento corresponden al tipo mediterráneo que comparten una serie de características perfectamente identificables como una torre de forma cilíndrica construida con sólidos muros, una cubierta cónica de madera y otros materiales perecederos y un eje móvil de madera horizontal donde se empotran las antenas denominado árbol que permitía girar y colocarse siempre contra el viento. 

Aun así, cada una de estas estructuras hace uso de varias técnicas constructivas, así como de materiales utilizados, cosa que da lugar a que cada Molino de Viento sea singular dentro de un mismo ámbito geográfico.

Con orgullo, la Marina Alta es la comarca que los conserva y que ha tenido más en el territorio, por eso es de vital importancia dar a conocer estas estructuras tradicionales valencianas, su origen y su historia.

Y mejor si lo hacemos de manera dinámica con una ruta-experiencia.

JORNADAS PROPUESTAS. Paso a paso vamos haciendo camino.

¿Quieres conocer los Molins de Viento, su estructura y el tipo de construcción usado? Aprenderás todo esto mientras te adentras en sendas y paisajes de gran belleza de nuestro territorio. La ruta está pensada para hacerse en función de los gustos, preferencias y necesidades de cada persona. 

Aun así, nosotros te proponemos hacer el primer tramo a pie o en bici y el segundo en coche o moto, puesto que de este modo vivirás la experiencia desde dentro, pueblo a pueblo de manera cómoda, dinámica y con una dificultad baja a la vez.

En el municipio de Pedreguer es donde empezaremos nuestra experiencia del mes. Y por qué hemos elegido empezar aquí? Por qué es el punto de partida más aconsejable para hacer el itinerario de la ruta pueblo a pueblo de forma circular.

Este municipio se encuentra al pie de la montaña Gran y está rodeado de montañas conocidas por las historias que cuentan a través del tiempo. Destaca la cantidad de cuevas, simas y ríos subterráneos que atraviesan todo el municipio. Aunque, en esta ocasión, los Molinets serán los protagonistas.

Estas estructuras se encuentran en medio del valle que forma la Sella y la montaña de Pedreguer. Recomendamos hacer un tramo de la senda de los Molinets donde podréis descubrir toda la historia de estos.

¿Sabéis para que se utilizaban? Para moler los granos de cereales y obtener harina (ingrediente indispensable en uno de nuestras comidas tradicionales: las cocas).

Los Molinets son dos y comparten las mismas características. Son de planta circular, tienen las paredes de piedra y un espesor de más de metro y medio, aunque uno es más alto que el otro. Son contemporáneos y podemos dar como buena la fecha de construcción en 1850 que figura en el dintel de la puerta del más pequeño.

Se dividen en 3 plantas:

• La inferior era útil para almacenar el grano y recoger la harina del harinero en sacos.
• La cambreta, situada entre la planta inferior y la superior, con el suelo de vigas de madera, y que servía para guardar los enseres del molino y dormir
• La sala superior, que era el principal espacio de trabajo, donde se encontraba la maquinaria y las molas.

En su origen esa era su distribución, pero con el paso del tiempo no se conserva ni la maquinaria ni la división de espacios en el interior.

Actualmente, visitarlos por dentro es posible desde que los rehabilitaron, pero tenemos que hacer el ejercicio mental de imaginar las tareas que se hacían y las vivencias entre sus paredes.

Después de esta primera ruta y para coger bastante fuerza para la siguiente os recomendamos (casi de manera obligada) disfrutar de un almuerzo típico valenciano, eligiendo entre una coqueta tradicional o un bocadillo completo acompañado con cacahuetes, olivas con salmuera y altramuces, en alguno de los bares del municipio. Para acabar bien, no puede faltar un “cremaet”.

Continuamos la ruta-experiencia y nos dirigimos al municipio de Gata de Gorgos, pueblo que está enmarcado entre los Serrillars, la Garganta y el Castellar, con la cara sur del Montgó de fondo.

Este municipio es ampliamente reconocido por la artesanía local con identidad propia. Para conocer la historia hay que saber que en 1914 llegó el tren, lo cual comportó un aumento del comercio de la artesanía local.

Actualmente, se especializa en tiendas de artesanía, muebles de mimbre y guitarras. De hecho, la foto más típica de este pueblo es la avenida principal exponiendo los productos más que orgullosa de su cultura local. Os recomendamos pasar por esta y apoyar  las tiendas locales.

Aunque en esta ocasión visitaremos los Molins del Tossal del siglo XIX que se encuentran en una colina en la entrada del pueblo.

Datan de 1839, según indica la inscripción en uno de ellos, y son dos Molinos harineros construidos con piedras de la misma colina, mortero de cal y sillares de piedra pómez. Fueron utilizados por los vecinos de este pueblo para moler el grano y obtener harina, pero a principios del S. XX las dos construcciones fueron abandonadas a consecuencia de la comercialización de la pasa.

Podemos hacer la ruta de los Molins del Tossal de carácter circular con dos kilómetros de recorrido donde encontraremos paneles informativos habilitados a su alrededor para informar sobre su funcionamiento y características. 

Al acabar este tramo de la ruta-experiencia pondremos dirección a Jesús Pobre. Allí os proponemos comer en algunos de los bares del pueblo los tradicionales bollos fritos con hierbas y acompañarlos de una borra de melva para después continuar la ruta con energía. No nos podemos olvidar de probar algún vino local que nos recomiendan, puesto que Jesús Pobre es uno de los lugares conocidos por la producción del vino más antiguos de todo el territorio valenciano.

Este municipio, constituido como una EATIM, está situado a la falda de la cara sur del Montgó, al extremo más oeste de la llanura del Gorgos y custodiado por la colina de los Molinos.

Jesús Pobre es un pueblo marcado por la tradición agrícola basada principalmente en dos cultivos: la viña y el trigo. En el municipio, podremos visitar riuraus donde se seca todavía actualmente la pasa a partir de la uva. Este elemento y el escaldado de la uva hace que este pequeño pueblo destaque por las múltiples actividades que se realizan.

De hecho, el pueblo promovió el informe porque el proceso del escaldado fuera declarado BIC Inmaterial del Pueblo Valenciano, concesión que consiguieron con el apoyo y adhesiones de numerosas entidades.

Por todo esto, resulta interesante pasar por el Gran Riurau del Señor de Benissadeví, insignia del municipio, antes de continuar con la ruta-experiencia de los Molinos. 

Los Tres Molinos de Jesús Pobre están situados sobre la colina de los Molinos y llegaremos a ellos utilizando algunas sendas y disfrutando de la naturaleza.

Se construyeron aproximadamente entre los años 1650-1708 y podemos enmarcarlos dentro de un gran primer periodo de construcción de los molinos en la Marina Alta, desde el siglo XIV hasta el siglo XVIII.

Son tres molinos de cuerpo cilíndrico y la construcción es de mampostería trabajada con mortero de cal, los muros tienen hasta 1,5 metros de grosor, asentados directamente sobre la roca madre y sin elaborar la cara exterior. Tienen una altura actual que oscila entre los 6,5 y 7 m, dependiendo del lado y del desnivel del terreno.

Uno de ellos (el que está situado más en el nordeste) tiene la singularidad de tener en la parte baja de la construcción un anillo a manera de rodapié, de más anchura que el resto del cilindro, donde se ven los cortes practicados en la roca de la montaña.

Hasta el momento, como se puede ver, el uso de varias técnicas constructivas así como los materiales utilizados, nos permiten marcar una serie de características para cada una de las áreas molineras que hemos mencionado; singularidades, pero que no siempre son mantenidas dentro de un mismo ámbito geográfico.

Continuamos nuestra ruta-experiencia poniendo nuestra brújula hacia Jávea, que es la población más oriental de la comarca de la Marina Alta, en el vertiente sur del Montgó.

Se trata de un municipio rodeado de mar y montaña y está enmarcado por los contrafuertes de les Planes del cabo de Sant Antoni, en el norte; el Montgó en el noroeste; el valle del río Gorgos que cruza el término de oeste a este; y en el sur las montañas de la Granadella y el cabo de la Nao.

Desde la edad del bronce, pasando por la época romana, encontramos numerosos yacimientos remarcables como la Necrópolis del Muntanyar, continuando con la época andalusí y la conquista cristiana. Desde la prehistoria hasta la conquista feudal cristiana, varios periodos se han sucedido a lo largo de los siglos que han dejado un legado histórico y cultural relevante hasta nuestros días.

Los Molins de Viento de la Plana se construyeron en el S. XVIII, excepto uno que es del XIV. Son un total de 12 Molinos de Viento situados cerca del Cabo de Sant Antoni y tienen las siguientes características:

• En el interior encontramos dos plantas; la planta baja que hacía la función de almacén y una superior que albergaba mecanismos robustos de madera de carrasca que hacían mover las molas de piedra y soportaban las aspas sujetas a un eje horizontal.
• Son de forma cilíndrica, de unos siete metros de altura y un diámetro de más de seis metros.
• No conservan las aspas.

Su función era moler trigo aprovechando la energía eólica que movía las aspas. Está prevista su restauración y recuperación de al menos de los que son de propiedad municipal.

Os recomendamos seguir esta ruta, puesto que pasa por diferentes puntos de interés y paisajes maravillosos que hacen que la experiencia sea “miel de romero”(excepcional).

Al acabar esta aventura os aconsejamos cenar en algún bar del Puerto de Jávea y probar algunos de los platos típicos como el pulpo, el madroc, la sepia fresca con picadeta o cualquier variedad que os recomiendan los locales.

Además, desde allí podréis obtener otra perspectiva de los Molinos de la Plana y dar un paseo antes de dormir. Donde recomendamos pasar la noche para el siguiente día, continuar con la ruta-experiencia llegando al segundo tramo donde os recomendamos hacerlo en coche o moto.

El primer municipio del itinerario preparado para el segundo día es Calpe, pueblo que cierra la Marina Alta en el punto más meridional y destaca por tener una fuerte tradición marinera. Se caracteriza por la época romana sobre el resto municipios de la Marina Alta, en referencia a esta línea del tiempo encontramos unas salinas naturales que fueron explotadas por los romanos, así como un importante yacimiento, los Baños de la Reina, donde podemos ver una villa romana de finales del siglo II que conserva los impresionantes mosaicos que formaron parte del patio circular principal de la casa.

Exactamente, al extremo más occidental de la zona arqueológica de los Baños de la Reina encontramos también el Molino del Morelló que fecha del S.XIX y está construido con piedra trabajada y acabada con mortero de cal abundante que configura un muro grueso.

Se trata de un molino harinero de viento con unas características propias del tipo de Molinos que encontramos en la comarca de la Marina Alta.

Al acabar esta ruta os proponemos adentraros en el Centro Histórico y recorrer sus calles en la búsqueda de un buen restaurante donde disfrutar de un arroz del señorito que es un icono local. ¿Por qué recibe este nombre? Pues porque, según cuentan, todo el marisco y pescado que se hacía estaba pelado porque el señorito no se tuviera que ensuciar las manos. Os proponemos también pedir otro de los emblemas gastronómicos de Calpe, la gamba blanca.

Ahora, con la panza llena y muy alimentados para seguir de ruta, dejamos atrás este municipio y ponemos nuestra brújula mirando hacia otra dirección.

Es el turno del municipio de Llíber, el cual, está situado en el interior sur de la comarca de la Marina Alta, en el inicio del curso medio del río Gorgos, en el actual Vall de Pop. Este pueblo está rodeado por la sierra de Bèrnia y la del Castell de la Solana entonces podemos disfrutar de parajes como por ejemplo la fuente de Azuela, la partida de Marnes y la Madriguera o la peña Roja.

El pueblo tiene una fuerte tradición agrícola y se diferencian dos partes: en la zona suroeste del término, a Marnes y la Madriguera, se concentraba la producción de trigo (con más de 20 eras de batir) y ganadería con muchos corrales en la zona más montañosa; a la parte de la llanura, en la mitad nordeste, la viña para la producción de vino, así como los riuraus para hacer pasa, han perdurado muy bien hasta nuestros días.

Es posible que el origen del pueblo de Llíber sea una villa romana y para conocer bien su historia os recomendamos hacer la ruta Va de sentidos, una experiencia donde descubrir muchos puntos de interés histórico y cultural con los cinco sentidos. Os recomendamos finalizarla en el punto donde empieza la ruta hacia el Molino del Collao que será nuestro siguiente descubrimiento.

Así pues, continuando con nuestra ruta-experiencia de los Molins de Viento en la Marina Alta llegamos al Molino del Collao que forma parte de un conjunto de tres molinos en total, el molino de Llíber y los otros dos en el municipio de Benisa, estos últimos de propiedad privada, pero los podemos observar, uno de ellos conserva grabado a la piedra en 1850.

Estas estructuras se construyeron a consecuencia del aumento demográfico de la población en la Marina Alta para transformar el cereal, especialmente entre los siglos XVII y XVIII.

Algunas de sus características arquitectónicas son:

• Planta circular y perfil ligeramente troncocónico,
• Medida unos ocho metros y medio de altura.
• Su estructura se compone; de una planta baja, que era utilizada como almacén y donde había conductos que hacían bajar el trigo desde la cámara alta donde estaba la maquinaria y las molas (actualmente desaparecidas); de una parte superior donde se observa parte de la apertura original por donde salían los mástiles de las aspas.
• Tiene una escala adosada circular conserva parte de los escalones originales de piedra y los que han desaparecido han sido sustituidos por otros hechos con bloques de hormigón.

Para finalizar esta ruta os aconsejamos hacer una parada y visitar alguna carnicería del municipio donde comprar embutido casero como la morcilla, la longaniza o la sobrasada.

En último lugar, podemos visitar el municipio de Benissa, situado en el lado sur de la comarca, prácticamente el más meridional, y tiene el término municipal más extenso de toda la Marina Alta. Cuenta con 4 km de costa ubicados entre el Penyal d'Ifac y el Portet de Moraira, formada por calas y acantilados. En el centro destacan también las partidas rurales con cultivos de secano y en el interior las grandes montañas como son Bèrnia y la sierra del Ferrer.

¿Una curiosidad? Pues Benissa es considerada, junto con Murla y Ondara, villa cristiana mixta, con arrabales o morerías para la población musulmana separada de la cristiana.

Proponemos visitar sus calles y probar en cualquier bar de la zona los clofolls de cebolla y anchoa, que se trata de un plato humilde muy característico de la zona. Está compuesto por cebollas hechas a la brasa, se sacan las diferentes capas de la cebolla tostada y se sirven con una anchoa dentro de y con un buen rayo de aceite de oliva. Simple y buenísimo.

Con todo esto, damos por finalizada esta Ruta de los Molinos de Viento en la Marina Alta y os recomendamos hacerla en fin de semana para poder visitar otros lugares de interés cultural como el Mercado de la tierra al Riurau de Jesús Pobre los domingos o la fiesta de Santa Llúcia en Jávea. Consulta la Guía MACMA para elegir los planes que más te interesan.

*Esta experiencia está pensada para hacerla en dos días, sean consecutivos o en dos días diferentes. El equipo de la MACMA proponemos unas rutas, espacios y edificios para visitar, pero cada persona la puede adaptar la experiencia a sus capacidades, resistencia física e intereses. Si queréis ampliar información o elementos a visitar de cada pueblo, podéis entrar a la página web de Descobrim la Marina Alta y con la mochila adaptar la experiencia a vuestros gustos. Para poder disfrutar en directo de partidas de pelota valenciana, el más conveniente es hacer las visitas en los municipios en fin de semana.

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