Por fuentes, acequias, molinos, cuevas y marjales.
En la zona limítrofe del norte de la Marina existen unos valles, entre montañas, por los que barrancos y ríos discurren hasta llegar al llano y formar un marjal. El valle del río Gallinera, el valle de L'Atzúbia y el de Pego, configuran caminos de agua que a lo largo de miles de años ha ido labrando las montañas para abrirse paso y llegar hasta el punto más bajo, La Marjal de Pego-Oliva, donde el agua brota del subsuelo para configurar uno de los parajes naturales húmedos más importantes del territorio valenciano.
¿Pero alguna vez os habéis preguntado cómo surge esta maravilla? Nuestra propuesta de hoy es que conozcáis de primera mano el curso del agua que alimenta el parque de La Marjal, desde su nacimiento en las montañas, abriendo cuevas y simas y brotando por fuentes en las zonas de la umbría, hasta llegar a Mostalla y alimentar el principal acuífero del marjal, creando así el nacimiento del río Bullent.
Arrancamos desde Benissili, último de los pueblos que configuran La Vall de Gallinera, en la fuente de la Mata, donde se inicia la llamada ‘Ruta de los 8 pueblos’, durante su recorrido, marcado con señales verdes y blancas, seguiremos el río Gallinera y también parte del antiguo camino Reial. Si algo caracteriza esta ruta es la posibilidad de conocer el recorrido del agua y las diferentes estructuras hidráulicas que la gente de La Vall ha ido dejando a lo largo de los siglos. En todos los pueblos podremos disfrutar de sus lavaderos y fuentes, pero también otros elementos como el molino del Tio Quico o el Molinet de Benialí. Las huertas de regadío que rodean las alquerías de La Vall dejan constancia de la gran herencia medieval andalusí. A través de acequias se canaliza el agua para poder cultivar hortaliza de regadío. La ruta de los 8 pueblos de La Vall de Gallinera acaba en otra fuente, la fuente de la Mata, pero en esta ocasión situada en el pueblo de Benirrama, el último del término municipal antes de entrar en el término de los pueblos de L'Atzúbia y Forna.
Continuaremos nuestro camino y descubriremos otras estructuras fundamentales del río Gallinera: los molinos harineros. En el tramo entre La Vall de Gallinera y L'Atzúbia, tres son los molinos hidráulicos harineros que nos acompañarán: el molino de Dalt (de arriba) o de los Moliners, en término de La Vall de Gallinera, el molino del Mig (del medio), también denominado de Porra (hito de término entre los dos municipios) y el molino de Baix (de abajo) o de los Serafins, ya en término de L'Atzúbia. Todos estos molinos tienen el inicio de su historia en el siglo XVIII, coincidiendo con el aumento demográfico que en la Marina Alta se estaba dando por aquella época, y en la que se roturaron nuevos terrenos de cultivo. En consecuencia, se construyeron la gran mayoría de edificios e infraestructuras necesarias para transformar el cereal (eras de trillar y molinos hidráulicos). Todos ellos estuvieron en funcionamiento hasta los años veinte o treinta del pasado siglo XX.
El río Gallinera se zambulle en dirección a la aldea de Forna, pero antes de continuar el camino, hay una parada obligatoria, el Tossal del Llop (lobo) en L'Atzúbia. Allí se esconde una cueva que hará las delicias del visitante, conocida popularmente como la cueva del Canelobre, porque si algo más caracteriza nuestras montañas es la de conformar un sistema kárstico subterráneo en el que el agua continúa abriendo camino entre las tripas de las montañas. No en balde esta zona está llena de galerías, simas y cuevas, en las que las gotas de agua han creado maravillas escultóricas naturales en forma de estalactitas y estalagmitas. Para poder visitar la cueva tendremos que hablar previamente con el Ayuntamiento de L'Atzúbia. A partir de l'Atzúbia y para llegar a divisar La Marjal y sus encantos desde el aire, tendremos que realizar una ruta senderista que se inicia en la piscina municipal y que nos permitirá bordear la montaña de la Moleta para acabar adentrándonos en lo alto del Carritxar —la parte más alta de la sierra de Mostalla. El mejor momento para llegar arriba es a primera hora de la mañana, cuando el sol nace y tiñe de dorado toda la lámina de agua del marjal. Desde allí arriba podremos hacer una nueva ruta, recientemente homologada por el Centre Excursionista de Pego, y bajar por Mostalla hasta el valle de Pego. Nuestra última recomendación es visitar el parque y la ruta de la Muntanyeta Verda, desde donde podremos observar el río Bullent, serpenteando desde las alturas y desde donde podremos observar también todo el parque natural: las nuevas zonas de cultivo de la tierra de arroz y el gigante de piedra dormido al fondo, Segària omnipotente. La vista nos regala una lámina que parece un espejo, alimentada por el agua que recorre La Vall de Gallinera, L'Atzúbia y Forna. Esa agua que la gente ha aprendido a aprovechar a través su fuerza con molinos, pero que también han aprendido a domesticar para regar y dar alimentos. Un agua que tiene la fuerza de agujerear montañas enteras, pero a la vez la delicadeza de crear maravillas, gota a gota, durante miles de años, como banderas, estalactitas, estalagmitas y columnas de piedra. Y, por último, un agua que mana desde lo más profundo de la sierra de Mostalla hasta llegar a salir de nuevo y crear otro río fundamental de todo este sistema hídrico, el río Bullent, principal río que alimenta el Parque Natural de La Marjal y que ha despertado también muchas pasiones a lo largo de la historia desde el siglo XVI hasta el siglo XX.
Elementos a visitar durante la excursión:
La Vall de Gallinera L'Atzúbia Pego
La Marjal La fuente de la Mata Ruta dels 8 pobles
Forna Cueva del Canelobre Serra de Mostalla Segària
Núria Gómez Bolufer
Técnica de cultura y patrimonio