La Vall de Gallinera
El elemento topográfico más llamativo de La Vall de Gallinera es la Foradada, llamada popularmente Foradà. Con este nombre se designa a una peña horadada y, por extensión, al mismo agujero, que es un arco de piedra formado de manera natural en el pico de una de las cumbres (de 737,3 metros) de la vertiente sur de La Vall de Gallinera. Es una referencia visual desde muchos puntos del valle, puesto que, además, se encuentra aproximadamente en su mitad.
Hay quien relaciona el mismo nombre de Gallinera, cuyo origen continúa siendo discutido y sigue lejos de aclararse, con una etimología prerromana, a partir de Kal + Inar, donde Kal significa roca y Inar, agujero. En época árabe, Galinar daba nombre al valle, mientras que la Foradada era llamada Mathqquba, que literalmente significa perforada.
La Foradà debió de ser, tanto en el pasado como ahora, un lugar prominente. Allí se han descubierto restos de un asentamiento de la Edad del Bronce, e incluso una atalaya musulmana del siglo XI, todavía operativa en la segunda revuelta de al-Azraq.
En la umbría de la sierra Foradada la vegetación es frondosa. Predomina el fleix (fresno), la cornicabra y el marfull (durillo, laurentina), siempre acompañados de lianas vigorosas que dejan el bosque impenetrable. Los bancales de difícil acceso también han sido ocupados por vegetación natural, que avanza imparable por el abandono de cultivos. En medio, algarrobos, olivos y cerezos silvestres se integran dentro del paisaje boscoso. El pi blanc (pino carrasco) también está presente, resultado de la expansión de las últimas repoblaciones forestales.