A la cueva de la Garganta se accede desde Senija por el camino Murtalets, yendo hacia Les Bassetes, hasta llegar a una cima con una cruz de hierro llamada Creu Alta. Siguiendo la senda hacia la A-7 la encontraremos. Es una cavidad rocosa de poca profundidad, que fue el refugio de un bandolero llamado Tona, que robaba a los comerciantes que iban o venían por el camino Vell de València. Esta cueva se conoce desde tiempos del neandertal. Como cueva, tiene poca profundidad, pero tiene 50 metros de amplitud horizontal, por lo que está catalogada como abrigo. Si la visitamos, situada en un bonito paraje del municipio de Senija, podremos encontrar una maravilla de la naturaleza que muy pocas veces se ve a simple vista: un árbol fosilizado.