La Vall de Gallinera
El castillo de Gallinera o de Benirrama se encuentra en la entrada oriental de La Vall. Sobre una cresta rocosa junto a Almiserà, a 475,6 m de altitud. El nombre histórico es el de castillo de Gallinera, aunque en La Vall es conocido como el castillo de Benirrama.
La función histórica del castillo era la de vigilar y defender la entrada en el valle desde el mar. Un castillo de forma alargada, el eje mayor del cual, orientado NE-SO, mide más de 150 metros y 33 de anchura máxima.
En la zona principal más alta está la torre del homenaje, de planta rectangular y un aljibe. Este baluarte está orientado hacia el oeste y tiene una zona rectangular protegida por nuevas construcciones que aíslan y le hacen ganar altura. El resto del espacio del castillo está formado por una gran albacara (patio grande) con dos aljibes, uno en cada uno de los extremos.
Todo el castillo está defendido por un cinturón de muralla con almenas que presenta seis torres circulares. La puerta de acceso, cubierta por una torre rectangular de mampostería, se abre por el lado este. Esta torre y la muralla estaban unidas por un arco al lienzo de muralla, formando un corredor de entrada fácil de defender.
El primer documento sobre el castillo de Ghallinayra fecha de 1245, el Pacto del Pouet, entre el infante Alfonso y al-Azraq. En 1247, durante el primer alzamiento, los sarracenos tomaron este castillo. El 1 de junio de 1258, el castillo fue recuperado por el rey Jaime I quién, a partir de 1261, lo cedió a diferentes personajes para cubrir las deudas que tenía con ellos. El 1322, Jaime II hizo donación del castillo a su cuarto hijo, Pedro de Aragón, conde de Ribagorza. Esta donación puso fin a la situación de realengo para el distrito de Gallinera, que pasó a ser un señorío feudal. Desde entonces, el castillo fue incluido durante un siglo en el gran estado señorial del condado de Dénia y de los duques reales de Gandia hasta 1424, cuando volvió al patrimonio real. Guillem de Vich lo recibió en 1425 y, unos años más tarde, el 1487, Miquel Hieroni de Vich vendió La Vall de Gallinera, con el castillo, a Pere Lluís de Borja por 199.000 sueldos. El terremoto de 1644 lo destruyó definitivamente, aunque entonces el castillo ya hacía años que estaba deshabitado.
Azuar Ruiz, R. (1989): Dénia islámica. Arqueología y poblamiento, Alacant.
Giner, C. 81979): "Topografía histórica de los valles de Pego".
Rubio, F. (1986): "Castillo de Gallinera", Arqueología en Alicante 1976-1986. Instituto de Estudios Alicantinos <<Juan Gil Albert>> Diputación Provincial de Alicante 1986. pp. 41-42.
Rubio, F. (1988): "Catálogo de yacimientos de materiales altomedievales y musulmanes", L'Ull del Moro, Alcoi.