La sierra de Bèrnia y Ferrer es un conjunto de sierras litorales y prelitorales, caracterizadas por su agreste paisaje. Está situada entre los términos municipales de Benissa, Xaló, Altea, Calp, Alcalalí, Tàrbena y Callosa d'en Sarrià. Forma un sistema individualizado, de elevado valor paisajístico y ambiental. La sierra de Bèrnia, perpendicular al litoral y hundida en el mar en su extremo oriental por los rompientes del Morro de Toix, marca la línea divisoria entre la Marina Alta y Baja.
Se orienta aproximadamente de poniente a oriente con una longitud de unos nueve kilómetros y una altura media de 900 metros, que tiene su mayor elevación a 1.129 metros sobre el nivel del mar. Constituida por calizas cretácicas en su parte media y eocénicas en el tramo superior, la acción tectónica ha dado lugar a un violento relieve, perfectamente definido en su morfología de vertientes de fuerte inclinación y cúspides rocosas. Dos fallas transversales limitan la sierra: en el occidente, por el valle de Tàrbena y curso alto del Algar y, en el levante, por el barranco del Salat.
La gran altitud que consiguen estas montañas, su diversidad ecológica y morfológica y proximidad al mar son los principales factores que contribuyen a la existencia de numerosos hábitats y especies de flora y fauna, entre los cuales se incluyen numerosas especies endémicas. Estos hechos han propiciado que la zona haya sido incluida entre los Lugares de Interés Comunitario (LIC) de la Comunidad Valenciana en 2001.
Respecto a la flora, es un lugar idóneo para el crecimiento de varias especies mediterráneas originales de la zona, como la corona de rei (corona de rey), la vareta d'or (varita de oro), el llorer (laurel) i el marfull (durillo).
En cuanto a la fauna, destacamos las aves como gralles de bec roig (chova piquirroja), àguila de panxa blanca (águila perdicera) o el falcó pelegrí (halcón peregrino) y entre los árboles de la vertiente encontramos reiets (reyezuelo sencillo), bectorts (piquituerto común) y capellans (colirrojo real), reptiles como el fardatxo (lagarto) o la colobra de ferradura (culebra de herradura) y mamíferos como las mosteles (comadrejas) y raboses (zorros).
La presencia humana en la sierra de Bèrnia y Ferrer se remonta a tiempos remotos. El interior montañoso de les Marines fue uno de los más nutridos enclaves del poblamiento musulmán valenciano. Como ejemplos de la riqueza patrimonial pueden mencionarse el fuerte de Bèrnia, obra del ingeniero italiano Giovanni Battista Antonelli, declarado Bien de Interés Cultural; la torre de Bèrnia, en la cumbre de la montaña, que fecha del siglo XIII; o las pinturas rupestres, declaradas patrimonio de la humanidad.