Esta sima explorada por primera vez en enero de 1962 por los espeleólogos Fco. Pavía, y J. Antonio, ambos del CE Contestà, y T. Perez y R. Pla, del CE de Alcoi, alzando F. Pavía un croquis topográfico. Ya en mayo de 1980, R. Pla junto con T. Pérez, revisan la topografía. La exploración de enero de 1962 fue todo un alarde de destreza técnica y arrojo, solo posible por la gran experiencia de los espeleólogos que la realizaron y que mereció la publicación de un artículo en prensa.
Se puede llegar por Ebo o por Alcalà de la Jovada, ya que se encuentra muy cerca de la carretera que une estas dos poblaciones.
Partiendo de Ebo, se encuentra la sima a unos 3.300 metros por la carretera que lo une con Alcalà, entre los kilómetros 12 y 11. A la izquierda de la misma y entre pinos, se puede observar, no sin cierta dificultad, una casa a 60 metros de distancia máxima y en ella una cisterna, cuyas coordenadas son 4299044N 743805E. A unos 145 metros se localiza, algo escondida, la sima en un pequeño bancal al fondo de una pequeña hondonada entre un amontonamiento de rocas. Sus alrededores quedan enmarcados en pequeños bancales de almendros entre rocas de forma irregular.
La boca de la cavidad es muy estrecha, aunque se ensancha apenas pasarla, apareciendo un tubo casi vertical de unos 3 metros de diámetro, que desciende por una especie de canal hasta los 13 metros, en donde se ensancha hasta los 3 x 4 metros y se inicia una vertical absoluta a través de un tubo de paredes lisas a lo largo de 35 metros.
Al final de la vertical se abre una pequeña plataforma de 4 x 2 metros, en la que, tras una pared, se abre una chimenea, continuando la sima hasta alcanzar los 58 metros. Siguiendo un estrecho agujero bajo la plataforma indicada, se alcanza la segunda plataforma a 54 metros, cubierta de cascote, con un recinto que queda enmarcado por paredes verticales. Se abre un paso frente a la vertical que da a un segundo recinto y forma un cono de derrubios peligroso, ya que las reducidas dimensiones de la estancia no permiten retener las piedras, y se puede caer fácilmente a la sima que se abre a la izquierda de la segunda salita.
Siguiendo la vertical, descendemos unos siete metros, alcanzando una plataforma en la que se abren dos simas, una al noreste, por la que continúa la sima, y otra al suroeste, que se estrecha, finalizando a los 78 metros en un embudo. La primera se ensancha formando una sima de 11 metros de vertical y amplias dimensiones laterales hasta la cota de 76 metros. Entre esta y la de 78 metros se forma una salita en rampa de techo bajo y concrecionado, quedando el suelo cubierto por un gran cono de derrubios alóctonos superficiales que ocupa todo el recinto con una gruesa capa. (1)
(1) Información extraída de la web del Ayuntamiento de La Vall d’Ebo.