A principios del siglo XX, las autoridades civiles aprovecharon la situación estratégica de la surgencia del manantial de la fuente de la Basseta y construyeron una plaza en el lado derecho de la carretera contigua al manantial, llamada plaza de la Font.
Aprovechando la notable ubicación que mostraban los terrenos de esta plaza, sobre el año 1931, las autoridades del pueblo propusieron plantar árboles, estimulando a los niños y niñas para que se encargaran ellos de su cuidado.
Los árboles plantados fueron plátanos de sombra, una variedad de árbol caducifolio de rápido crecimiento que puede llegar a los cuarenta metros de altura y a tener una larga vida, en algunas zonas hasta los tres mil años. Ya desde sus inicios, estos emblemáticos árboles fueron y son ejemplares de gran valor histórico, además de un símbolo para el pueblo de Sagra.
Desde el principio, esta plaza ha tenido diferentes reformas y remodelaciones hasta poder lucir el aspecto actual. A partir de 1985, durante las fiestas patronales de agosto, se celebra aquí el día tradicional de las paellas.