La iglesia de Sant Antoni de Pàdua está situada en la plaza del Convent. Inicialmente, fue un convento, pero este quedó destruido en noviembre de 1708 después de un bombardeo.
Posteriormente, se reconstruyó en forma de iglesia a partir de los escombros de la anterior. Hoy solo queda del convento, después de la destrucción durante la Guerra Civil, una parte del claustro que rodea en el patio construido con piedra tosca y mampostería, así como la fachada exterior revestida con sillares.
Los restos del claustro muestran los frontales de las dos plantas que lo conformaban, llamando especialmente la atención la planta, a pie de calle, con cuatro elegantes arcos de medio punto enmarcados por pilastras de orden toscano, así como el entablamento con un friso, ménsulas y una cornisa que sobresale, donde por arriba aparecen ventanas rectangulares separadas por pilastras. La planta baja mostraba una bóveda de arista.
En el exterior, sorprende su perfil colonial que se completa con una potente torre cuadrada rematada con otra torre cupulada. La portada es de orden dórico con una hornacina que contiene una imagen moderna de san Antonio de Pádua. En su interior destaca una gran cruz esmaltada con escenas de la Biblia que preside el altar mayor.