La ermita de Sant Vicent Ferrer se encuentra a la salida del municipio de Teulada en dirección a Benissa. La tradición cuenta que donde hoy se ubica la ermita sería donde san Vicente se despidió de sus habitantes un 20 de agosto de 1410.

La construcción de la ermita se realizó sobre una más antigua y después de varios años de trabajos se bendijo solemnemente el 29 de marzo de 1797. La ermita ha sufrido varias reformas, rehabilitaciones y ampliaciones, aunque también pérdidas, como el derribo de la casa del ermitaño.

El exterior de la ermita nos muestra unos menajes de mampostería blanqueada reforzados por contrafuertes y sillares de piedra dejados a la vista. La cubierta es de tejas a tres vertientes, sobre la cual se levanta un tambor octogonal y la cúpula. Por encima de la puerta se abre una ventana que ilumina el coro en el interior y un pequeño óculo y, sobre este, una cornisa mixtilínea con adornos, en cuyo centro se levanta la espadaña con su campana.

A la derecha de la puerta hay un colorido retablo cerámico con la imagen del santo realizado en 1998, enmarcado entre pilastras y frontón triangular. En el lado izquierdo, otro panel de azulejos nos informa sobre la fundación de la ermita y sus restauraciones más importantes.

El interior neoclásico posee tres naves, crucero y presbiterio. La cubierta es de bóveda de cañón excepto en las capillas laterales, una de ellas dedicada a santa Catalina, que están comunicadas y se cubren con bóvedas vaídas. En la intersección de crucero y nave se levanta la cúpula semiesférica sobre pechinas.

En el testero, hay un bello retablo de san Vicente espléndido, obra de la escuela valenciana del siglo XVI. También se custodiaba en esta ermita una tabla del conocido como Retaule de les Ànimes, trabajo anónimo del siglo XV que representa la adoración de los Reyes, una de las piezas más relevantes de nuestro patrimonio artístico medieval. Actualmente, se conserva en la iglesia parroquial.