El Portal de Sala es uno de los elementos patrimoniales más destacados y fotografiados de Pego, situado en la calle Sant Domènec. Se trata del único que queda en pie de los tres antiguos portales que daban acceso a la villa fortificada.
En el Pego medieval, el Portal de Sala se cerraba cada noche para proteger a los pegolinos. Durante el día, daba acceso a los habitantes de la villa a la zona de huerta. Los vecinos también lo atravesaban para salir a por agua al lugar donde actualmente se encuentra la fuente de los Quatre Xorros. Quienes llegaban de fuera, tenían que pagar un impuesto denominado de portatge para acceder al interior de la villa a través de la puerta.
Adosada a ella, también hay una de las tres únicas torres que se conservan de las 16 que tuvo la muralla de Pego, construida a partir del año 1291 por orden real. Se trata de una torre de planta cuadrada, fabricada en mampostería y tapia, que corresponde a la torre del homenaje del castillo desaparecido del municipio.
Una gran parte de las murallas de Pego y sus 16 torres fueron destruidas por el terremoto de 1644, durante la guerra de Sucesión y también con la expansión de la localidad durante el siglo XIX.