Comenzaremos la ruta en la plaza 9 d’Octubre, donde se encuentra el actual ayuntamiento y la biblioteca municipal. Se trata de un barranco canalizado a principios del siglo XXI. Si nos desviamos desde aquí hacia la calle Sant Joan, encontraremos la almazara en el número 10. Volviendo de nuevo a la plaza, yendo al cruce entre la calle Sant Joan y la avenida de la Pau está el panel general, y a la derecha, por la avenida, el Corralet, que es un antiguo callejón de origen medieval que comunicaba con la otra parte de la calle y que fue tapiado en los años setenta. Tiene un pequeño patio con un pozo en medio. Si cogemos la otra calle y bajamos, nos encontraremos en la calle Major, donde está la antigua Casa Badia, a un lado, y la iglesia de Sant Joan Baptista, del siglo XVIII, en el otro.
Siguiendo por la avenida de Dénia, saldremos del pueblo pasando por el puente del Meridià, que atraviesa el río Girona. A la derecha hay un área recreativa donde está el puente Vell de Beniarbeig, cuya construcción fue entre 1906 y 1917, como vestigio monumental. Un poco más adelante, enfrente de una nave industrial, está el riurau.
Si continuamos por la avenida, llegaremos a una rotonda donde hay que coger la primera salida y continuar por la CV-731. Un poco más adelante, encontraremos dos salidas juntas: primero cogeremos la última, a la izquierda, que nos llevará a la cava d’aigua, que bajaba el agua de lluvia bajo tierra en una conducción artificial desde Segària hasta el campo de Beniarbeig. Después volvemos a la segunda, a la derecha, que nos lleva de nuevo hacia el río Girona donde está el molino Benihomer. El río se puede cruzar por el camino, así que seguimos hacia el Tossalet de Benihomer y, una vez lo atravesemos, giramos a la derecha para volver al pueblo.
Entramos de nuevo por la calle del Lliri, a cuya derecha está el parque público Mirabons, al lado del colegio Benicadim. Allí tenemos la parada del olivo milenario. Continuamos para llegar nuevamente a la plaza 9 d’Octubre, y seguimos por la calle Escoles, donde está la Unió Musical y las escuelas viejas del año 1931, que Santonja arrendaba al Ayuntamiento por 600 pesetas por año. Avanzamos por la calle Ausiàs March, cruzaremos la avenida del Verger y seguimos por la calle del Calvari hasta la rotonda. Si tomamos la segunda salida llegaremos al teatro-auditorio y a la escuela de música.
Una vez las hayamos visto, volvemos a la rotonda y por la primera salida, vamos hacia la calle del Garrofer hasta el final y giramos a la derecha por la calle del Taronger. La calle se acabará y encontraremos un camino de tierra que llegará a una bifurcación, a cuya derecha estará la Casa Santonja, antes Villa Concha, que también se puede ver desde el otro lado, en la carretera CV-729. Desde el camino de tierra hay que caminar un poco por los barrancos hasta salir a esa carretera y, yendo dirección a El Verger, veremos la balsa de Santonja, que dice la leyenda que tiene las mismas dimensiones que la plaza de toros de València, pero no es cierto. Es el último punto de la ruta.