El cabo Negre es uno de los miradores más tranquilos, con menos afluencia de público. De entre todos los miradores, las vistas desde el cabo Negre son quizás las más espectaculares. Mirando hacia el norte se ve: al fondo, el Montgó, y más adelante, la bahía de Xàbia; alineados, el cabo de Sant Antoni y el cabo Prim, el más cercano; y finalmente, la isla del Portitxol surca sobre el mar en calma.
El cabo de la Nau no es visible desde este punto, porque queda a nuestras espaldas. La costa es escarpada, toda de acantilados. Se llama cabo Negre por las manchas oscuras de las paredes del acantilado. En la parte del mirador de la punta de este cabo, serpentean dos sendas de pescadores que llevan a las cuevas del Tabac y de la Mina. Por la erosión, la costa ha retrocedido a lo largo de los siglos y ha dado lugar a las formaciones rocosas características.